Recordé de inmediato la terraza de mi tía al noroccidente de la ciudad, en especial cuando aparecía la primera estrella y mi corazón se hinchaba de emoción. Me gustaba mirar al sur, hacia la salida a Ibagué donde vive mi Abuela paterna. También me gustaba esperar a que el sol desapareciera casi por completo, hasta que sólo quedara el filo en el que el día deja de serlo y pasa a ser noche. Hoy, década y tanto, regresaron a mi mente los primeros años de mi vida en Bogotá. Me pregunto ahora si buscaba algo en aquellos atardeceres, o si tan sólo los apreciaba por primera vez en mi vida.
Ahora, en otro momento totalmente distinto, en una ciudad totalmente fresca y renovada; regreso mi mirada al occidente, al lugar donde el sol se pone, y al lugar al que mis evocaciones se orientan buscando regalos y caricias infantiles. Hoy soy un poco más grande, pero como aquel niño continúo estremeciendo mi corazón con el atardecer, y por supuesto, también pienso y añoro a mi abuela en Ibagué.
PD: Imagen lograda con la cámara VGA de un celular Nokia 3220 - El 27 de enero de 2007
Ahora, en otro momento totalmente distinto, en una ciudad totalmente fresca y renovada; regreso mi mirada al occidente, al lugar donde el sol se pone, y al lugar al que mis evocaciones se orientan buscando regalos y caricias infantiles. Hoy soy un poco más grande, pero como aquel niño continúo estremeciendo mi corazón con el atardecer, y por supuesto, también pienso y añoro a mi abuela en Ibagué.
PD: Imagen lograda con la cámara VGA de un celular Nokia 3220 - El 27 de enero de 2007
1 comentario:
Que palabras más suaves, provenientes de tu mismo corazòn, sin embargo: Se más honesto.
Publicar un comentario